BUENOS AIRES.- El jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich (foto), desestimó ayer el efecto de una eventual orden de desacato que podría librar la Justicia de Estados Unidos por el cambio de jurisdicción y lugar de pago de los bonos soberanos argentinos.
“Una eventual orden de desacato (al fallo que benefició a los ‘holdouts’) la debería explicar el propio juez (Thomas Griesa), porque no corresponde a un país soberano”, señaló Capitanich, quien diferenció el caso de la Argentina con “lo que podría ser el caso de una persona jurídica común que no acata un fallo”.
“En este caso está en juego la inmunidad soberana del país”, advirtió el jefe de ministros, quien explicó que con el nuevo proyecto se busca “generar las condiciones para garantizar el pago del 30 de septiembre”, el próximo vencimiento de los bonos reestructurados. Unos U$S 539 millones depositados por el gobierno argentino en el Banco de Nueva York para el pago de un vencimiento de deuda fueron congelados por la Justicia estadounidense por el incumplimiento del fallo de Griesa a favor de los fondos de inversión, que Argentina denomina “buitres”. Esto hizo entrar a la Argentina en un “default técnico”. Los “holdouts” reclaman el pago del 100% de los títulos en “default” que poseen, al no haber aceptado los recortes aplicados en las reestructuraciones de 2005 y 2010 a las que adhirió el 92,6 por ciento de los acreedores.
El jefe de Gabinete remarcó que Griesa “es un ariete para fulminar el proceso de reestructuración de la deuda” pública argentina y aseguró que el nuevo plan de pago soberano de títulos busca proteger a los bonistas. “El juez debería ser neutral y generar las condiciones de negociación por medio de un ‘stay’ y así podría avanzar el proceso para abarcar al cien por ciento de los bonistas”, señaló Capitanich. Consideró “inequitativo que un grupo minúsculo de 1%, con anuencia de un juez, con interpretación errónea, equivocada e irracional, provoque un obstáculo para el cumplimiento de este compromiso” de pago al 92,4% de los acreedores de títulos en “default” que aceptaron el canje en 2005 y 2010. (DPA)